Tras dos años de espera, algo impensable para cualquier otra serie de televisión, 'Sherlock' ha vuelto con una nueva temporada de tres episodios. Un hiato de tiempo para que los fans se rompieran la cabeza una y otra vez intentando descifrar la forma en la que Sherlock había logrado fingir su propia muerte en ese salto desde la azotea del Hospital Saint Bart's, un lugar muy sherlockiano ya desde tiempos de Doyle pues allí fue donde se produjo el primer encuentro entre Holmes y Watson.
El capítulo comienza, como todos esperábamos, con el momento en que Sherlock va a dar el gran salto. Para nuestra sorpresa, Holmes salta con un arnés para entrar rebotando en una ventana donde se encuentra con Molly, a la que da un gran beso en los labios. Mientras tanto, Watson, que ha sido atropellado por la famosa bici, es hipnotizado por Derren Brown, un famoso mentalista inglés. El cuerpo de Sherlock es sustituido por el de Moriarty, al que se le ha puesto una máscara de Sherlock. Vemos a Sherlock saliendo del hospital, todo con un estilo de la peor entrega de 'Misión Imposible'. ¿Dos años esperando para encontrarnos con esta solución? ¿Esta es la maravillosa solución que habían pensado Gatis y Moffat? Afortunadamente, no. Es sólo una teoría más ideada por Anderson, quien desde el "minisodio" que sirvió de prólogo a la nueva temporada se nos presenta como un auténtico 'friki', obsesionado por los cientos de teorías que explicarían que Sherlock hubiera sobrevivido al salto. En el fondo, Anderson se convierte así en el reflejo dentro de la serie de los cientos y cientos de fans que han pasado estos dos años igual que él, elaborando dichas teorías y tratando de explicar cómo pudo ocurrir. Anderson no para de intentar demostrar al mundo y, especialmente, a Lestrade que Holmes está vivo. Entonces sabemos por la prensa que Holmes ha sido perdonado, que el plan de Moriarty ha sido descubierto.
De ahí pasamos a Serbia. Holmes ha sido capturado por lo que queda de la organización de Moriarty y está siendo torturado. Otra demostración de sus habilidades le sirve para deshacerse de él y quedar sólo en manos de... ¡Mycroft! Y es aquí cuando descubrimos una faceta aún inexplorada en la serie, pero con claros precedentes en otros medios, empezando por el propio Doyle en 'His Last Bow': Holmes trabajando para los servicios secretos británicos. Y, más aún, Mycroft actuando como un claro precedente de 'M', el personaje de James Bond. Mycroft siempre ha sido el 'gobierno', y el Club Diógenes una tapadera de los servicios secretos. Se lo oímos decir al propio Gatiss en el especial 'Unlocking Sherlock', pero muchos recordamos el famoso cómic de Alan Moore 'La Liga de los Hombres Extraordinarios', donde se nos daba a entender que la 'M' venía precisamente de haber sido Mycroft el primero en ocupar dicho cargo . Y Gatiss y Moffat lo saben perfectamente y, para dejarlo aún más claro, sitúan a Holmes en la misma azotea y en la misma postura que Daniel Craig en 'Skyfall', justo con la excusa de que su misión es acabar con una célula terrorista que amenaza a Londres (similar a 'Skyfall' también). ¿Cabe alguna duda de las intenciones? Y, por si no se nota el homenaje a 007, también será pieza clave al final una estación de metro abandonada en las proximidades del Parlamento, una idea que ya usaron con 007 en 'Muere otro día' y que tiene mucho de real.
Tras este segmento a lo 007, nos volvemos a encontrar con Watson. Un Watson mucho más cómico que en las anteriores temporadas, quizá más en la línea del Watson de Nigel Bruce, acompañante de Basil Rathbone en 14 películas de Sherlock Holmes, que incluso del propio Watson de Doyle. Un Watson claramente marcado durante todo el capítulo por ese horrible 'bigote'. Un bigote que se usa una y otra vez como recurso cómico: Sherlock comentando que no quiere que lo vean con un anciano, la Señora Hudson insistiendole en que lo envejece y, sin duda alguna, el mejor momento, cuando Holmes le descubre que Mary sólo le ha dicho a Watson que le gusta por no quitarle la ilusión. Una mentira piadosa que luego hará que la palabra 'mentirosa' aparezca entre las decenas de cosas que Holmes descubre de ella al poco de conocerla (entre otras, cosas tan curiosas como 'amante de los gatos' o 'se hace su propio pan').
Un Watson cómico cuyo momento más gracioso pero, quizá menos creíble, es aquel en el que le confiesa a la Señora Hudson que está a punto de casarse con una mujer y esta le dice que le insinúa que ha cambiado sus gustos. ¿Realmente puede la Señora Hudson pensar así después de haberlos tenido tanto tiempo de inquilinos y de haber visto a Watson con varias chicas? No cuadra mucho, pero no se puede negar que es uno de los momentos más divertidos del capítulo.
Un Watson a punto de casarse con Mary Morstan, que descubre la verdad sobre Sherlock en el peor de los momentos: haciéndose pasar por un camarero en plena pedida de mano. Un Watson tan disgustado cuando descubre que Mycroft, Molly y hasta 25 personas contratadas para el evento conocían lo ocurrido que no puede evitar llegar a los puños. Un Watson indignado por haber sido apartado de la verdad y, además, por haberla conocido de manera tan mala e inoportuna. Un Watson que no puede creer que su mejor amigo le haya hecho eso. Es quizá en ese momento cuando Sherlock es consciente del daño hecho. Empezamos a verlo más humano. Y no sólo nosotros, sino la propia Mary, que se ofrece para mediar y le comenta a Watson que Sherlock le cae bien. Tan humano que es capaz de decirle a Mycroft, después de otros de esos 'concursos de deducción' (precedido por una partida al 'Operación') entre ambos, que es una persona solitaria, más aún que el propio Sherlock.
Tras asistir a otra explicación absurda del club de fans 'El Coche Fúnebre Vacío', fundado por Anderson, en la que Holmes y Moriarty acaban besándose tras lanzar un muñeco por la azotea, llega otro segmento de los más geniales de toda la saga: Watson continúa su vida trabajando en su consulta de doctor mientras, simultáneamente, se nos muestra a Holmes volviendo a su trabajo. Mientras vemos a Watson resolviendo patologías bastante 'desagradables' que le son anunciadas en voz alta por Mary (testículos no descendidos, infección de la vagina...), vemos a Holmes resolviendo casos acompañado de Molly!!!! Molly se convierte en la sustituta de Watson. Y para hacerlo lo mejor posible no duda en ponerse incluso hasta el mismo estilo de ropa. Tras una serie de rápidos casos con un falso Jack el Destripador, llegamos al misterio del hombre que desaparece del vagón, que será clave en el episodio. Holmes empieza a ser más humano y le confiesa a Molly que el gran fallo de Moriarty fue pensar que la persona que él creía que era la que menos le importaba era realmente la persona que más importaba, dejando claro el papel tan importante que ella jugó en la solución. Molly lleva un anillo por lo que Holmes descubre que está saliendo con un chico. Ella le confiesa que es alguien normal, que no conoce del trabajo. Holmes le da un beso en la mejilla. Molly vuelve a ser ese personaje enamorado al que Sherlock hace tanto daño una y otra vez de manera inconsciente. Pero, esta vez, Sherlock empieza a darse cuenta. Louis Brealy, la actriz que interpreta a Molly, pondría en su Twitter, tan sólo unos minutos después de la emisión del episodio: 'Y entonces me besó'.
Tras asistir a otra explicación absurda del club de fans 'El Coche Fúnebre Vacío', fundado por Anderson, en la que Holmes y Moriarty acaban besándose tras lanzar un muñeco por la azotea, llega otro segmento de los más geniales de toda la saga: Watson continúa su vida trabajando en su consulta de doctor mientras, simultáneamente, se nos muestra a Holmes volviendo a su trabajo. Mientras vemos a Watson resolviendo patologías bastante 'desagradables' que le son anunciadas en voz alta por Mary (testículos no descendidos, infección de la vagina...), vemos a Holmes resolviendo casos acompañado de Molly!!!! Molly se convierte en la sustituta de Watson. Y para hacerlo lo mejor posible no duda en ponerse incluso hasta el mismo estilo de ropa. Tras una serie de rápidos casos con un falso Jack el Destripador, llegamos al misterio del hombre que desaparece del vagón, que será clave en el episodio. Holmes empieza a ser más humano y le confiesa a Molly que el gran fallo de Moriarty fue pensar que la persona que él creía que era la que menos le importaba era realmente la persona que más importaba, dejando claro el papel tan importante que ella jugó en la solución. Molly lleva un anillo por lo que Holmes descubre que está saliendo con un chico. Ella le confiesa que es alguien normal, que no conoce del trabajo. Holmes le da un beso en la mejilla. Molly vuelve a ser ese personaje enamorado al que Sherlock hace tanto daño una y otra vez de manera inconsciente. Pero, esta vez, Sherlock empieza a darse cuenta. Louis Brealy, la actriz que interpreta a Molly, pondría en su Twitter, tan sólo unos minutos después de la emisión del episodio: 'Y entonces me besó'.
Y mientras Holmes resuelve sus casos, Watson vive otra de las mejores situaciones cómicas del episodio. Como todo lector sherlockiano sabrá, Holmes se presentó a Watson por primera vez en su consulta bajo un disfraz. Gatiss y Moffat vuelven a recrear la escena con un paciente con barba y bastante pervertido, que intenta venderle material pornográfico a Watson. Watson no puede creer que sea real, así que piensa que es Sherlock disfrazado, no dudando en tirar de su barba, quitarle el sombrero, etc.. Otro de esos momentos por los que todos los sherlockianos de verdad disfrutamos tanto con esta serie y no con otras...
Pero hay muchas más cosas que nos hacen indicar que Sherlock no es tan 'asocial' como pensábamos. Sherlock tiene padres (interpretados por los mismísimos padres de Benedict), y son 'normales' según Watson. Tan normales que Mycroft se los tiene que llevar a ver 'Los Miserables', lo cual para él es todo un suplicio. Curiosamente, alguien como él que se pasa las horas en un club donde no se puede hablar, no parece tener ningún miramiento a la hora de coger el móvil y ponerse a hablar en media representación teatral, si con eso consigue salir de una situación tan insoportable para él. Sabemos también que Mycroft consideraba a su hermano 'tonto' hasta que no conocieron a otros niños, dada la gran diferencia que él apreciaba entre ambos. En el fondo, durante todo el capítulo se nos trata de remarcar que Sherlock aún tiene amigos y personas que lo quieren, mientras que Mycroft es el verdadero ser solitario, tan incapaz de tener amigos como de disfrutar de un musical con sus propios padres.
Y justo cuando pensamos que Watson no va a perdonar fácilmente a Sherlock, ocurre algo inesperado: Watson es secuestrado e introducido dentro de una de las hogueras que hacen en Londres para conmemorar la muerte de Guy Fawkes, aquel católico que intentó pegarle fuego al Parlamento Británico (vease 'V de Vendetta'). Sherlock y Mary realizan una carrera en moto a través de Londres para lograr salvarlo en el último momento. Dicha salvación sirve para que Watson vuelva a acudir al 221B y pronto se vea envuelto con él en la resolución del ataque terrorista. Como de costumbre, Sherlock tarda poco en darse cuenta de que convertir a Watson en un Guy Fawkes no ha sido casualidad. Holmes reconoce a Lord Moran, un parlamentario contrario a la ley anti-terrorista, como el indivíduo misterioso del metro. Y pronto anticipa la fecha y el lugar del atentado: el 5 de noviembre en una estación de metro oculta bajo el Parlamento Británico, momento de la votación de una ley anti-terrorista en la que Moran no va a estar.
¿Y qué decir de ese momento en el que se activa la bomba y Sherlock fracasa cuando intenta hacer su técnica del 'palacio mental'? Sin duda alguna, otro momento genial en el que los guionistas dejan que Sherlock vuelva a aprovecharse de la situación para que Watson diga lo que siente de verdad. Un momento en el que yo creo que todos menos Watson nos damos cuenta de que el tiempo ha expirado y la bomba no ha explotado. Pero Sherlock no le dice nada, vuelve a abusar de él, dejando que hable como si fueran sus últimos segundos de vida.
Durante este momento de la bomba, muchos nos temimos algo peor. Al empezar el capítulo esperábamos una explicación sobre la forma en la que Sherlock sobrevivió. Dicha solución seguía sin ofrecerse (salvo las dos de broma) y, encima, todo apuntaba a que el capítulo iba a terminar en un cliffhanger que nos dejaría sin saber de qué manera habían sobrevivido los dos a la bomba. Afortunadamente no fue así, y justo cuando se supone que iba a explotar la bomba se nos muestra la escena donde Sherlock le da la explicación a Anderson de cómo sobrevivió. Digo a Anderson pero podríamos decir a todos nosotros, puesto que Anderson, como he dicho antes, no es más que el reflejo de todos los fans en la serie. Una explicación que a Anderson no le convence del todo y a muchos de nosotros tampoco, pues está cogida con alfileres. A mi por ejemplo me chirría mucho que Sherlock diera tan por sentado que Moriarty se iba a suicidar dado su 'deseo de muerte'. Y, por supuesto, son tantas piezas las que Sherlock mueve en ese momento, que cuesta creer que no fallara al menos una. Gatiss y Moffat, en boca de Sherlock, nos vienen a decir que no habrá más explicación 'oficial' que esa. Que nunca sabremos si Sherlock ha mentido o no y que, lo que debe importarnos, como ya había dicho Watson, es que Holmes sigue vivo. ¿Decepcionados? Para los que seguimos en su día la serie 'Perdidos', esto casi parece un 'exceso' de información. :)
Moran, el número 2 de la organización de Moriarty en los relatos originales, no parece tener nada que ver con este en esta re-interpretación. Aunque habrá que ver qué ocurre en los próximos capítulos, ya que Moran parece contar con la ayuda de Charles August Magnussen, otro personaje cuyo cambio de apellido (en Doyle era Milverton) podría indicar también mayores cambios en la personalidad. De hecho, si Milverton era realmente un chantajista este Magnussen, si operaba en unión con Moran, no parece serlo, pues no hubo ningún tipo de negociación a la hora de secuestrar e intentar quemar a Watson. Habrá que esperar a los próximos capítulos. Por cierto, otra conexión con 007, pues el actor que hace de Magnussen es el hermano del malvado de 'Casino Royale'.
Y con el enigma resuelto y Londres salvado, llegamos a una escena donde todos los personajes vuelven a reunirse en el 221B. Incluso Molly, con su nuevo novio Tom. Si Molly se 'disfrazó' de Watson para sustituirlo, Tom parece ir de 'Sherlock' para sustituirlo también. Un Tom cuyo atuendo vuelve a mostrar los problemas psicológicos y emocionales que a la pobre Molly le están viniendo a causa de su amor platónico por Sherlock.
Y ya está, todo vuelve a estar como antes, Sherlock se enfunda la gorra de doble visera y sale por la puerta para ser fotografiado por la nube de periodistas que lo esperan para que quede claro que Sherlock vive y ha vuelto, que es de lo que realmente iba este capítulo. Hay gente que se ha quejado porque no había mucho 'caso'. No deben haber leido 'The Empty House' o no han reparado mucho en lo que allí relató Doyle. Este capítulo ha sido hasta ahora el más profundo a nivel de personajes, uno de lo más ricos a nivel de referencias no sólo sherlockianas, sino también bondianas y, sobre todo, de referencias a los fans.
Ahora sólo queda buscar en nuestros armarios o ir de compras porque a continuación tenemos una boda. ¿Asistirá Sherlock o seguirá tan asocial como de costumbre?
Por cierto, ¿alguien ha captado por qué este era el capítulo de la 'rata'?
Me encanta tu artículo, no me dí cuenta de porque era el capítulo de la rata.
ResponderEliminarEra el episodio de la rata por la historia no canónica La rara gigante de Sumatra.
ResponderEliminarfotografiado por la nube de periodistas que lo esperan para que quede claro que Sherlock vive y ha vuelto, que es de lo que realmente iba este capítulo. Hay gente que se ha quejado porque no había mucho 'caso'. No deben haber leido 'The Empty House' o no han reparado mucho en lo que allí relató Doyle. Este capítulo ha sido hasta ahora el más profundo a https://symcdata.info/cultura-chanca/
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